Un lugar muy acogedor , con calefacción regulable en la habitación y un spa genial para relajarse. Los desayunos son abundantes y sabrosos 🥐, te hacen sentir como en casa.

Nada, todo bien.

la atención fue genial, siempre atentos y agradables. la calefacción, un poco complicada.

* Encanto especial
* Desayuno abundante
* Atención excepcional

* Falta de aparcamiento
* Frío inicial en la habitación

Qué maravilla es el pan y el aceite de oliva! Y la cena, aunque algo costosa, ofrecía unos platos de alta calidad que realmente te hacían sentir en un festín. Además, el ambiente del alojamiento es increíblemente acogedor y bien decorado, ideal para relajarte después de un día explorando la naturaleza. La calefacción también trabajó de maravilla, manteniendo el espacio cálido y cómodo.

Aunque la cena sorprendió con su sabor, el precio del pan y aceite parece un poco excesivo. podrían ser más claros con esto. Además, la espera por los platos puede ser larga, lo que le quita un poco de ritmo a la experiencia.

entorno natural hermoso, arquitectura única, decoración detallada y cuidada

La ubicación, aunque pintoresca, parece tener pocas actividades. Una pequeña falta de intimidad en las habitaciones del ático puede sorprender a algunos. El precio por los productos y servicios puede parecer excesivo para lo que se ofrece!!!

Recomiendo especialmente probar el spa al final del día. es ideal para relajarse después de una jornada de senderismo en la hermosa naturaleza que rodea el hotel.

volvería

La habitación era súper bonita, bien iluminada y con detalles agradables. La chimenea en el salón común le dio un toque acogedor. Estuvimos en una habitación abuhardillada que fue amplia y diáfana. El hotel tiene un encanto especial que se nota en cada rincón, se respira buena energía. Nos encantaría volver y probar la cocina del chef, que dicen es genial.

Las Mayas me sorprendió por su encanto. La atención fue excepcional, especialmente de Víctor, que nos guió con su amabilidad. La cena fue exquisita. el queso con trufa y la paletilla, un deleite. No obstante, la falta de aparcamiento puede resultar incómoda.

Todo perfecto, el spa y los desayunos. Un poco ruidoso en las habitaciones.

La casa es muy bonita y acogedora. La chimenea en el salón común le da un toque especial y perfecto para relajarse con la familia. Además, la atención del camarero fue excelente, nos recomendó platos de calidad en la cena.

Mi mujer dice que sería genial tener más opciones para el desayuno.

Una experiencia memorable en un entorno encantador

La atención fue muy buena, con un personal amable. La habitación era acogedora y bien decorada. Recomiendo probar el spa para relajarte al final del día. Para futuros huéspedes, sería ideal hacer reservas para la cena, ya que puede llenarse rápidamente.

encanto en cada rincón

La atención del personal es excepcional, siempre dispuestos a ayudar. La habitación abuhardillada ofrece una experiencia única y acogedora, con detalles en la decoración que crean un ambiente especial. Además, el spa fue un verdadero lujo al final de un día explorando la naturaleza.

Sin embargo, podría ser conveniente mejorar la disponibilidad de aparcamiento.

La decoración del hotel es encantadora, con detalles restaurados que le añaden carácter, y la sala de estar en la planta baja es un lugar perfecto para disfrutar de momentos agradables junto a la chimenea.

Más asientos cómodos en la sala de estar.

La habitación abuhardillada nos encantó, ¡tenía mucho encanto! Era amplia, diáfana y súper acogedora. Las luces y las formas le daban un toque especial, aunque hay que agacharse un poco por la altura. La cama era muy cómoda y todo estaba bien cuidado. La única pega fue que hacía un poco de frío al principio, pero al final la experiencia valió la pena.